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Digestión:
La fibra del zucchini ayuda a prevenir el estreñimiento y mejora el tránsito intestinal, gracias a su capacidad para captar el agua y formar una sustancia voluminosa tipo gel.
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Sistema inmunológico:
Las vitaminas, como la C, B3 y la provitamina A, que contiene el zucchini, contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir los radicales libres.
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Salud ocular:
La luteína y la zeaxantina, presentes en el calabacín, son carotenoides que ayudan a mantener la salud ocular y a proteger contra enfermedades como la degeneración macular.
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Control de azúcar y colesterol:
La fibra del zucchini puede ayudar a regular los niveles de azúcar y colesterol en sangre.
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Control de peso:
El calabacín es bajo en calorías y alto en agua, lo que lo convierte en una opción saludable para controlar el peso.
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Otros beneficios:
También aporta potasio, magnesio y calcio, contribuye a la hidratación de la piel y puede tener propiedades antiinflamatorias.
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Sabor:
El zucchini amarillo suele tener un sabor más dulce y una textura ligeramente más blanda que el verde.
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Compuestos bioactivos:Algunas investigaciones sugieren que el calabacín amarillo puede tener una mayor concentración de compuestos bioactivos que el verde, lo que podría traducirse en propiedades quimiopreventivas más eficaces, según ELTIEMPO.COM.
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