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Propiedades calmantes y relajantes:
El aroma de la lavanda es conocido por sus efectos relajantes, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Esto puede ser especialmente útil para personas que buscan una rutina de cuidado de la piel más relajante y tranquila.
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Acción antiinflamatoria:
La lavanda puede ayudar a reducir la inflamación en la piel, lo que puede ser beneficioso para personas con afecciones cutáneas como dermatitis, psoriasis o acné.
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Efecto antiséptico:
La lavanda también tiene propiedades antisépticas, lo que significa que puede ayudar a prevenir infecciones y a mantener la piel limpia y protegida.
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Hidratación de la piel:
Los jabones artesanales de lavanda suelen estar elaborados con aceites naturales que pueden ayudar a hidratar la piel, manteniéndola suave y flexible.
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Pieles sensibles:
El jabón de lavanda es apto para todo tipo de pieles, especialmente las sensibles, ya que es suave y no suele causar irritación.
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Uso diario:
Se puede usar a diario como parte de la rutina de cuidado de la piel, tanto para la limpieza facial como corporal.
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Para un descanso relajante:Se puede usar antes de dormir para ayudar a relajar el cuerpo y la mente, promoviendo un sueño más reparador.
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