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Salud cardiovascular:
El kale liso es una buena fuente de potasio, lo que ayuda a mantener la presión arterial bajo control, y de antioxidantes que pueden proteger contra enfermedades cardíacas.
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Salud digestiva:
Su alto contenido de fibra promueve la salud intestinal y ayuda a regular el tránsito.
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Salud ocular:
Contiene luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que ayudan a proteger los ojos de los daños causados por la luz.
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Salud ósea:
Es una fuente de calcio, esencial para mantener huesos fuertes y saludables.
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Sistema inmunológico:
Contiene vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
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Combate el cáncer:
Algunos estudios sugieren que el kale puede ayudar a proteger contra ciertos tipos de cáncer.
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Pérdida de peso:
Es bajo en calorías y alto en fibra, lo que ayuda a sentirse lleno y satisfecho, contribuyendo a la pérdida de peso.
- Crudo: Puede ser utilizado en ensaladas, batidos y jugos.
- Cocido: Se puede cocinar al vapor, asar, o sofreír, y agregar a platos de pasta, arroz, o sopas.
- Preparaciones: Puede ser utilizado para hacer chips de kale, pasta de kale, o incluso como base para pizza.
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